martes, 21 de enero de 2014

Los pequeños locales tiran de la música en Avilés

Todos sabemos los problemas económicos de los últimos años y lo perjudicada que ha resultado la cultura de ello, al igual que todos sabemos que la música, con dinero o sin dinero, nunca se va a dejar de escuchar.

Durante la última década, Avilés no ha destacado precisamente por atraer grandes conciertos que hagan desplazarse a la ciudad vecinos de otras localidades asturianas o de otras comunidades. Las únicas ocasiones donde el Ayuntamiento apostaba 'fuerte' por la música era en las Fiestas de El Bollo y en las Fiestas de San Agustín, así como en algún ciclo de Arte Sonoro. Durante los últimos, años ya no se realizan esos conciertos que aglutinaban a centenares de personas en La Exposición o en el párking del Quirinal o Suárez Puerta en alguna ocasión. El coqueto y reputado festival que se realiza en el quiosco de música del Parque de El Muelle en agosto, 'La Mar de Ruído', también ha sufrido estas consecuencias y su cartel se ha visto mermado en sus últimas ediciones.

La Mar de Ruído en su edición de 2011


En el mes de marzo de 2011 se inauguraba el Centro Niemeyer, prometiendo ser un motor cultural para el Principado de Asturias. No queremos ser de la opinión de los ignorantes, ni de los que se sienten resentidos porque el Centro no esté en su ciudad, que dicen eso de 'el Niemeyer no sirve para nada...' porque estaríamos mintiendo. Desde entonces, la oferta cultural se ha incrementado. En cuanto a  lo que a nosotros más nos concierne, su oferta musical, personalmente hemos acudido a decenas de conciertos que pocos años atrás no nos hubiésemos imaginado haber podido asistir a ellos con tan solo cruzar la ría (y las vías de tren).

 Lo que sí es cierto es que la oferta cultural no ha estado a la altura  del nivel prometido. Prueba de ello son los conciertos que se han realizado en la plaza al aire libre, destinada a acoger los conciertos más multitudinarios y que se pueden contar con los dedos de la mano, caso parecido a los conciertos en el interior del auditorio. La 'Sala Club', el espacio escondido en el subsuelo del Centro, equipado para acoger conciertos de menor magnitud, ha sido la verdadera protagonista durante estos primeros años de vida del Centro Cultural avilesino. La realidad es que, sea por la archienemiga crisis, sea por la mala gestión o sea por la ineptitud de los políticos, la tónica general a la que tristemente nos hemos acostumbrado, es la del Centro Niemeyer aparecinedo todos los días en la prensa por sus problemas ante la justicia y no por su oferta cultural.

Concierto inaugural del Centro Niemeyer de la Woody Allen Jazz Band 


En medio de la tempestad se encuentran los pequeños locales de la ciudad, que sufren las consecuencias negativas económicas mucho más agravadas que los entes públicos. Es verdad que hay rachas con altibajos, pero durante las últimas décadas, han permanecidos fieles a la buena tradición musical que siempre ha tenido Avilés en los pequeños locales. Bares míticos como el Don Floro, el Lord Byron o El Cafetón siguen ofreciendo actuaciones en directo prácticamente todos los fines de semana. Otros locales más recientes, como el Barbershop, ha sudo un fiel a los conciertos en fin de semana durante este último año y lo sigue siendo en lo que llevamos de año. El Pub Paseo El Malecón también se ha consolidado ofreciendo eventos con varias actuaciones en directo todos los meses, y hay que destacar la recuperación de la discoteca Quattro como sala de conciertos, dirigida a actuaciones más llamativas debido a su mayor aforo.

Foto durante un concierto en el Don Floro el pasado agosto


Es cierto que la mayoría de los conciertos en estas salas son poco vistosos para el público en general, suelen acoger bandas locales y asturianas en su mayoría, con ganas de tocar en directo y de inundar los locales de música la cual siempre tendrán gente dispuesta a disfrutar con ella. Es de admirar la constancia que tienen tanto las bandas locales como los encargados de organizar estos conciertos, teniendo en cuenta tanto la actualidad económica como los impedimentos burocráticos que se suelen encontrar. Reflejo de ello ha sido este último fin de semana, donde han actuado hasta nueve bandas distintas en cinco locales distintos de la ciudad.

Nosotros damos las gracias por las ganas y la constancia que tienen tanto las bandas como los locales y pequeños promotores por hacer que en Avilés nunca deje de sonar música.

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